Muchas empresas, particularmente las grandes, están buscando aprovechar las ventajas de las aplicaciones Cloud, fáciles de desplegar y pagar, administradas como un servicio.

Claro, también son muchos los ejecutivos renuentes a almacenar información sensible en la denominada Nube pública, como ser datos financieros o de planificación estratégica.
En efecto, no son pocos los analistas de mercado, como Gartner, que prevén que las organizaciones de TI destinarán más dinero a Cloud Computing privado que a la Nube pública.

Al contrario de la public Cloud, que entrega aplicaciones escalables a clientes externos, la private Cloud entrega funcionalidad de TI a clientes internos exclusivamente, permitiendo a la organización garantizar y proveer acceso restringido a información sensible. El empleo de una plataforma de aplicaciones con la posibilidad de desplegar la funcionalidad a través de diversos canales significa que quienes acceden del lado cliente pueden definir qué información no saldrá nunca de la red interna de la empresa, qué información será accedida por usuarios registros y qué información será publicada en la Nube.